miércoles, 14 de enero de 2015

Alegría

¡Alegría! ¡Alegría!

En dónde te has metido,
Que te espero con ansias,
Que vengas conmigo.

Pero si no quieres,
Vendrá tristeza.
Pero si no quieres,
Vendrá soledad.

Las cuales yo aborrezco,
Y sin saber las merezco.

He aprendido que hacen lo malo
Pero sin dejar de ver lo bueno,
Enseñándome a ver lo claro
En los momentos enlutados.

¡Alegría! ¡Alegría!

Llego el momento de verte
En el demacrado rostro del espejo
Del cual se tambalea la vida,
Sin aviso ni compasión te dejo.
Alegría te has ido bella mía.

Alegría a dónde has ido
Que no te encuentro.
Alegría porque te has ido

Sin terminar el cuento.

lunes, 12 de enero de 2015

La reunión de los árboles

En lo profundo del bosque  donde los árboles se cuentan historias, comenzó a haber una reunión de los grandes y pequeños árboles para transmitir la sabiduría que habían adquirido, a todas las generaciones. Los más viejos son quienes tienen las historias más interesantes en las arboledas y los más pequeños ponen mucha atención a ellas. Y yo tengo el privilegio de ver y oír lo que enseñan estos silenciosos amigos.
Los más grandes procuran alcanzarme pero a través del tiempo aprendieron que estoy demasiado lejos de ello. Aunque fui creado en el segundo día y tengo más tiempo que ellos esto no me impide en asombrarme de lo que cuentan.
Un Abeto pide la palabra:
-Hermanos, hace tanto tiempo que esperaba esta dichosa reunión con ustedes-por su expresión tiene algo importante que decir- como han de saber nosotros tenemos mucho tiempo aquí en la tierra puesto que nuestros antepasados nos lo han dicho. Tengo que dejar en claro que el hombre pecador ha perdido la noción y la razón. Le ponen fin a las grandes hectáreas de árboles de cualquier tipo.
Los árboles que no tienen problemas con el hombre pecador alegaban que el Abeto estaba diciendo mentiras e incluso que les tenía envidia a los hombres porque ellos son mayordomos de la tierra, son los protectores  de ella y de nosotros.
El Abeto no estaba solo el pino, el sicomoro y otros árboles, quienes el hombre les han perjudicado más, estaban de acuerdo con la problemática del Abeto. Estaba a favor de ella por que llegue a ver la destrucción del hombre pero esta reunión era de puras árboles.
Entonces se levantó la Higuera, ella estaba a favor del Abeto, y nos contó una historia para que vieran hasta donde ha llegado la maldad del hombre: Cuando era pequeña la Higuera no teniendo más de tres años en esta tierra logro ver a lo lejos a un niño, este se paseaba entre las demás hermanas higueras pero unos hombres al parecer de lo peor tomaron al niño, él intentaba con todas sus fuerzas escaparse de ellos pero no podía. Los hombres comenzaron a cortar a las higueras y las usaron para quemar al niño.
La pobre higuera no pudo dejar que el agua se le saliera y se tuvo que retirar un momento. En cambio el Olivo quien al igual que la Higuera tomo la palabra:
-Hermanos en lo personal yo estoy de acuerdo con el Abeto pero tengo algo muy importante que decirte mi querido amigo no todos los hombres son malvados- toda la asamblea se quedó anonadada por lo que dijo el Olivo.
-Quiero que nos expliques lo que has visto hermano- dijo el Abeto.
-Dejen lo aclaro hermanos. Desde la última vez que nos reunimos había pasado no más de treinta tres años. En ese tiempo había llegado un hombre pensé que era como los que describió el Abeto pero no fue así, él venía a orar donde estábamos los olivos y yo llegue a pensar que venía a cortar leña porque sus manos eran de un leñador. No paso mucho tiempo cuando otros hombres vinieron por él y se lo llevaron nunca pensé que extrañaría a aquel individuo pero en  el medio día cuando oía a lo lejos a la multitud  que lo crucificaran pensé: “quien es este hombre para que lo quieran crucificar”. Tiempo después lo vi en la cumbre de un monte y como los cielos se estremecían. Entonces pensé que él era  el salvador de esta tierra.
Muchos árboles se les hacía difícil creer en lo que decía el Olivo y en especial por lo que dijo: “tenía manos de leñador” y no les cabía en su corteza que él sería el que tendría que venir para salvar.
Enseguida me fue inevitable hablar ya que estuve en el momento de la muerte del Hombre, y ver que los árboles (los incrédulos) no creían lo que decía el Olivo.

-Acaso no ven que yo cuento la gloria de Dios- dije- crean  aún hay esperanza para el hombre.

lunes, 5 de enero de 2015

el corazón enjaulado

Encerrado esta
Como Paloma.
El  encanto
De la bella Jazmín,
Libre es
Pero no lo será.
El corazón enjaulado,
No ve por sí,
A quien lo ha

Encarcelado.