viernes, 31 de octubre de 2014

Una carta de muerte.

Era un día tranquilo en la casa de la familia Álamos, los padre  y los tres niños se preparaban ellos para el trabajo y los niños a la escuela.Pero aquel día apareció una misteriosa carta en la mesa de la cocina, el padre la reviso y no tenía sello de envío ni dirección de procedencia ni destino soló tenía escrito con tinta negra: "Familia Álamos" y un beso con labial rojo carmesí.
La señora Álamos fue la primera en ver esta carta, soló la vio y pregunto a su esposo e hijos si no era de ellos, ella decidió no abrirla pero su marido fue y la cogió, su esposa le dijo que no la abriera pero él así lo hizo quedando el destino de su familia sellado.
la carta soló tenía algunas palabras pero esas palabra eran en verdad impactantes, decía:
"Querida familia: 
gracias por abrir la carta lamentablemente todos tendrán que morir.
Atentamente: su asesino".
El padre leyó mentalmente la carta y se quedo con lo que decía no se lo creía pero el misterio de la dichosa carta hizo que dudara, no dijo nada más hasta que estuvo a solas con su esposa quien se altero al oír lo que decía la carta y además le regaño por abrirla.
Al día siguiente apareció otra carta con las mismas características de la primera y fue encontrada exacta mente en le mismo lugar, la esposa nuevamente fue quien la vio, estaba aterrada, en eso llego Oscar tomo la carta miro a Ana y la abrió, decía.
"Querida familia:
Sabía que tú, Oscar, la abrirías de nuevo pero no te sorprendas, se que llegaste a
meditar en la carta de ayer aunque fueren algunas palabras lograron lo propuesto
llenarte de temor a ti y tu familia. tranquilo si hubiera querido matarlo ya lo había 
hecho pero ese no es mi estilo, soló tienes que esperar un poco mas.
Atentamente: su asesino"
Oscar quedo estupefacto por esta nueva carta, lo que decía le alarma mucho mas, no se percato que Ana le estaba ablando. cuando volvió en sí no hizo caso a su esposa sino la carta la hecho en la chimenea del hogar y cogiendo un teléfono hablo a las autoridades, esto ya era en verdad serio. Como a eso de la media hora los policías llegaron, pidieron a la familia que salieran de la casa para hacer un inspección  del hogar pero no encontraron nada que les pudiera llevar con el amenazante ni siquiera huellas digitales.
La familia Álamos estaba verdaderamente alarmada, los vecinos vinieron a ver que era lo que ocurría en el hogar y  viendo a la familia asustada fueron a consolarlos.
Pasaron dos semanas, en ese lapso no llegaron mas cartas,.Oscar, como perro guardián estuvo atento cada noche en que pasaba la familia en la casa, esto provoco en él algo de insomnio. Una noche en que la familia estaba durmiendo, Oscar aun dormido se levanto de su cama, salio al patio y de un árbol que estaba afuera saco un bolígrafo y papel, entro a la cocina y se puso a escribir.
Eran las tres de la mañana y Ana al no ver a su marido fue a buscarlo, cuando llego a la cocina vio que él escribía, se asusto tremenda mente, se quedo inmóvil. Él al percibir que lo observaban se levanto de la silla cogió el cuchillo.
Los vecinos se alarmados al escuchar el grito de una mujer y tres niños.


¿Porqué tarda tanto en venir el día?





¿Porqué tarda tanto
en venir el día?
sera que el manto
que me cubre
de esta bella urbe
en la noche, mía
me impida verle.
Mi mente se turbia
con esta pregunta
al parecer inherente
con tus recuerdos.
Así como la lluvia,
necesaria para el pueblo,
tú eres para mi mente
un agradable sueño.

martes, 14 de octubre de 2014

El hombre-lobo de la sierra.



En la bella sierra de Chihuahua se encontraba un leñador llamado José Martí y su esposa Norma
cuando iban a tener al primer hijo Gerardo el primogénito, ellos tenían gran esperanza de que él aliviase un poco la pobreza del hogar en su adultez. Soló había un problema, en que a Gerardo se le había notado en el primer año de vida un extraño y repentino movimiento, ataques epiléptico fue la primera advertencia para los padre, al ver que su hijo recibía   constantemente estos atacas conforme iban pasando los días lo llevaron médico, les dio un diagnostico de lo que sufriría está criatura pero a ciencia cierta no les pudo decir la enfermedad que tenía, soló dijo que era hereditaria.

Pasaron veinte años desde el primer ataque epiléptico de Gerardo, ahora siendo un adulto joven leñador como su padre pero además aprendió el oficio de carpintero, los padres al ver que su hijo superaba aquella enfermedad desconocida volvieron a tener esperanza. Como era la costumbre de Gerardo se iba al bosque para tener su tiempo a solas, su momento de paz, pero lo que no sabía era que esta costumbre de él eran las señales mas fuertes, nunca se lo imagino,en que se convertiría en una bestia horripilante como diría Horibio tendría una metamorfosis. Aquel día en que se fue de paseo noto que en su mano derecha se veía mas bello púbico que lo acostumbrado lo comparo con la otra mano y se espantó con la gran diferencia, salio corriendo  a la cabaña de sus padre.No les dijo nada, solo se fue a su cuarto.

 En la noche del mismo día a Gerardo le ocurrieron terribles pesadillas en las cuales asesinaba a personas, no a cualquier persona sino a su propio padre. Estos terribles sueños lo despertaron toda la noche y siempre se preguntaba en voz baja:
-¿Qué me esta pasando?
Solo oía silencio y no había respuesta alguna.

Por la mañana cuando se despertó noto que su mano izquierda tenía ya la misma cantidad de bellos que su mano derecha, en ves de tranquilizarlo lo espanto mucho más, al momento de ir a cortar leña vio que su fuerza se incrementó de tal manera que solo necesitaba dar dos golpes a los árboles, regreso a la casa muy feliz por la leña que logro obtener para sus trabajos.Al atardecer le entro una gran necesidad de consumir carne para su suerte su padre había matado y guisado un pequeño corderito, lo disfrutó en verdad lo disfrutó, por la noche tuvo las mismas pesadillas pero esta vez de su madre con su padre, se levanto desesperadamente, se fue a la ventana y al ver la luna llena sus ojos se tornaron negros y aquellas pesadillas se hicieron realidad.



domingo, 12 de octubre de 2014

Mis libros.

Muchas vidas vivo
Cuando abro mis libros,
La primera página yo muero
La última vida tengo.

Y por más que lo pienso,
No recuerdo ¿Quién fui?
Tal vez mis sentimientos
De los cuales no podría huir.

De tristeza me enamoro,
Aunque llegase a ser poco
Nadie podría quitarme lo loco.

De mis libros, de mis libro.
Solo de ellos vivo,

Solamente son míos.

Los árboles callaron.


Los árboles callaron,
En aquel invierno
Donde no supimos
Que era un verso,
Donde no supimos
Lo que es inquieto
De ti y de mi.
¿Decidimos callarnos?
Acaso no nos amamos
Y los árboles nos siguen
Mirando.
¡Dios! la perdí
y deje de vivir.



Unos pequeños haikú.

1
Un día vi una rosa
con sus bellos pétalos
de rico aroma.

2
Las hojas sueltas
del suspiro de mi alma
preguntan ¿me amas?

espero y les guste, no olviden comentar por favor.

viernes, 10 de octubre de 2014

El joven sin nombre.


Un día tranquilo en el ViveBus de Chihuahua había dos señoritas del Bachilleres uno, una se llamaba Berenice y su gran amiga se llamaba Dana, ellas estaban hablando de chico del salón y recordando anécdotas que les ocurrieron en los años anteriores en el colegio.
Pero detrás de ellas estaba un muchacho, que estudiaba en el mismo bachilleres y es compañero de ellas. Nadie en el salón conocía su nombre, cuando pasaban lista él no respondía pero misteriosamente no tenía ninguna falta, la seriedad y timidez que tenía eran obstáculos para que hiciera amigos, esto ocasiono que fuera casi imperceptible a las demás personas. Su vida era solitaria.
El joven escuchaba atentamente la conversación de sus compañeras, ellas decían:
-Oye Dana, me acuerdo que en la escuela vi a un muchacho de nuestro salón que estaba caminando pero no sabía su nombre, fue algo extraño mirarlo y no saber cómo se llamaba. De hecho pasó justo delante de mí pero no me percibía.
-Enserio, no te acuerdas de su nombre pero si todos nos conocemos y como pudo haberte ignorado si tú eres muy bella
-Gracias, más aun no puedo recordar su nombre, aunque no recuerdo haberlo oído.
-Dime, en dónde se sienta.
-Se sienta en la butaca que está al lado izquierdo en la esquina del salón.
- Bere – así le dicen de cariño- nadie se sienta ahí. Es una butaca bacía.
-Te digo que sí, has memoria. Ese chavo si se sienta en ese lugar solo que es muy callado.
Ambas amigas se pusieron a recordar si habría una persona  que se sentase en ese lugar. Dana aun insistía que nadie se sentaba, en cambio Berenice decía que si había una persona que se sentaba.
Iban llegando a la estación Juan Escutia, ellas aún no estaban de acuerdo pero tuvieron que dejar la discusión porque Dana se bajaba en esta estación. Se despidieron. En cambio Berenice se tenía que bajar hasta la Terminal Norte, ella poniéndose unos audífonos para escuchar música mientras llegaba a la estación.
Aquel muchacho quedo sorprendido porque una persona, un compañero sabía que existía. Reflexiono en su mente sobre esto que escucho. Él recordaba aquel día en que percibió que alguien lo observaba, se sintió nervioso y no levanto la mirada pero no sabía que ella era quien lo miraba.
Llegando a la Terminal Norte todas las personas comenzaron a bajarse del Vive Bus, Berenice se levantó de su asiento fue a la puerta de salida del autobús, se bajó y fue directo al otro camión que tomaba para llegar a su casa, de igual manera el muchacho se levantó pero decidió ser más cauteloso para que no viera que la estaba siguiendo. Cuando Berenice estaba en la fila para subirse a su camión percibió que alguien estaba detrás de ella, voltea, para su sorpresa se topa con la más dulce sonrisa que se nunca vio en su vida, le respondió de igual manera con una sonrisa porque lo reconoció, y  este joven le dijo.
-Gracias.



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El Día y la Noche.


Cuando el cielo abre sus ojos,
te veo a ti dulce amanecer
Al principio seras rojo
y luego de azul tes has teñido.
Vivo color rojo, !vuelve¡
Lo veo, justo al atardecer
al final de su jornada
Llega la noche de varias
pasiones]
El insomnio de la luna,
Por nuestro amor aguardara
La noche su gran anchura.