jueves, 6 de noviembre de 2014

Un regalo

De repente surge en ti una sonrisa,
Y me miras con ojos pispiretos.
¿Cuál es el motivo de este presente?
Me preguntas, me vuelvo discreto.

Me abrasas y quedo sin palabras.
Tu emoción repentina nos hizo llorar,
En mi se derramaba mi alma,
En ti se manifestaban las horas.

¡Un regalo! ¡Un regalo! Gritas al cielo,
 Le miras como un gran espejo.
Aun me abrasas, nunca lo dejes de hacer.

Te miro y me llenas de alegría.
Pero mañana no hay amanecer
Para este cuerpo querida mía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario